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Con servicio de poceros en Getafe se pueden aprovechar las aguas grises en viviendas y espacios comerciales. Estas aguas provienen de los lavabos, duchas y bañeras. Su característica principal es que pueden ser recuperadas, tratadas y reutilizadas. Además, de esta forma se puede controlar mejor dónde se utiliza el agua potable y aprovechar este recurso de forma más práctica y moderna.
Ciertamente, con una gestión sostenible del ciclo del agua podemos reducir significativamente el consumo y aprovechar las aguas NO potables. Para ello, se emplean métodos y plantas depuradoras de aguas grises. Estos sistemas permiten recuperar y tratar parte de las aguas residuales, reutilizándolas en diversas actividades que no necesitan agua totalmente consumible.
Es decir, las aguas grises se pueden usar de nuevo para lavar el coche, usar el inodoro, etc. Esto representa una reducción en los costes a medio y largo plazo, así como una contribución directa al medio ambiente.
Para qué sirven las aguas grises
La mayoría de las aguas residuales domésticas son recuperables. Contienen sustancias orgánicas que son degradables en poco tiempo y una carga bacteriana mucho más fácil de gestionar. En efecto, las aguas grises están compuestas sólo por un 50% de sustancias orgánicas, 10% en nitrógeno, y el resto en fósforo.
Por otra parte, la situación es diferente para las aguas negras (que son derivadas de inodoros), ya que su tratamiento es más complejo y prolongado. De hecho, la carga orgánica que contienen las aguas grises es menos de la mitad que la de las aguas negras. En pocos días es posible eliminar hasta el 90% de las sustancias.
En la práctica, estos procesos deben realizarse con servicios profesionales como los que ofrecen nuestros poceros en Getafe. Solo así se pueden garantizar los protocolos adecuados para el tratamiento y control de las aguas grises, bien sea en viviendas, locales comerciales o industrias.
Utilización de aguas grises en viviendas
En las casas y edificios residenciales son particularmente útiles. En efecto, las aguas grises tratadas se pueden reutilizar para fines no potables, como el suministro de inodoros y urinarios, sistemas contra incendios, suministro de fuentes y depósitos de agua, sistemas de riego, circuitos de aire acondicionado, lavanderías.
La instalación de una planta de tratamiento de aguas grises es más sencilla cuando se realiza en construcciones nuevas o edificios existentes donde se pueden realizar grandes reformas. También se requiere una intervención precisa en la red de distribución.
No obstante, hoy en día se pueden aplicar soluciones en viviendas mucho más modestas o con ciertas limitaciones.
Utilización de aguas grises en la industria
Los métodos empleados para la industria se aplican según las necesidades específicas de las instalaciones. Para eso, se realiza un estudio a fondo y se determinan cuáles son las medidas adecuadas. Existen diversas tecnologías para el tratamiento de estas aguas como:
- Procesos físico-químicos como coagulación-floculación y filtraciones.
- Tratamientos biológicos.
- O una combinación de los dos.
Por ejemplo, dependiendo de dónde vayamos a reutilizar las aguas grises, se pueden emplear algunos filtros que ayudan a la retención de sustancias específicas.
Por ejemplo, para la jardinería hay filtros que se pueden instalar en la cocina y atrapan las grasas. Esto permite pasar las aguas por una jardinera permeable. En este caso, el cultivo se verá beneficiado gracias a que estas aguas son muy ricas en grasa.
Aguas grises en beneficio del medio ambiente
El desperdicio de agua es una problemática mundial que cuesta miles de vidas al año. Según estudios recientes, el sistema de recuperación de aguas grises ahorra más del 50% del agua potable consumida en un hogar, reduciendo el desperdicio y creando un ahorro significativo.
A nivel macro, esto representa un avance en la conservación del medio ambiente y una apuesta positiva ante los inminentes cambios climáticos. Sin duda alguna, es una inversión a largo plazo para el bienestar familiar y social que todos deberíamos considerar.