¿Son todos los trabajos de pocería iguales?
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18 abril, 2023La legalización de un pozo se refiere a los trámites administrativos necesarios para su explotación de forma legal, cumpliendo con la normativa vigente.
Desde 1985, con la publicación de la Ley de Aguas, las aguas superficiales y subterráneas pertenecen al Dominio Público Hidráulico. Esto implica que el aprovechamiento de las mismas exige la obtención de una concesión administrativa de uso de aguas.
Los propietarios de pozos construidos antes de la entrada en vigor de esta ley tienen un periodo de transición para regularizar e inscribir sus pozos en el Catálogo de Aguas Privadas. Y es que disponer y explotar un pozo o sondeo no legalizado puede conllevar una sanción económica y el precinto del mismo.
¿De qué se trata la legalización de un pozo de agua?
Los pozos pueden ser de distintos tipos y deben ser tramitados por procedimientos independientes, cumpliendo requisitos diferentes. Por eso, es importante contar con especialistas en pocería Madrid. Ellos conocen sobre los trámites legales para agilizar la documentación de este tipo de construcciones.
Los pozos con capacidad inferior o igual a 7.000m3/anuales deben ser inscritos en la sección B del registro de aguas. Los pozos con capacidad superior a 7.000m3/anuales deben ser inscritos en la sección A del registro de aguas.
También se encuentran los pozos históricos (aguas privadas) y las aguas de escorrentía o manantial que discurran por la finca.
¿Cuáles son los requisitos para legalizar un pozo?
Los requisitos para legalizar un pozo pueden variar de una comunidad autónoma a otra. Se recomienda acudir a la Administración Hidráulica competente para conocer la documentación necesaria.
Por lo general, se solicita al interesado una serie de documentos, entre los que están:
- La solicitud de concesión de uso de aguas.
- El proyecto técnico de la captación.
- El estudio hidrogeológico de la zona.
- El informe de impacto ambiental, entre otros.
Además, es importante tener en cuenta que la legalización de un pozo conlleva el pago de una tasa correspondiente a la concesión de uso de aguas. Esta variará en función de la capacidad de la captación y del uso al que se destine el agua.
¿Qué otros aspectos importantes se deben considerar para legalizar un pozo de agua?
En algunas ocasiones, los propietarios de fincas que hacen un pozo o sondeo se les dificulta legalizarlo. Esto supone una pérdida importante de dinero, sobre todo, porque no pueden obtener agua para su inmueble.
Es importante que los dueños de pozos de agua consideren los siguientes factores para evitar inconvenientes con el proceso de legalización:
Áreas o zonas protegidas
Las zonas protegidas se han definido dentro del Plan Hidrológico de cada Cuenca. Se ha limitado el aprovechamiento de los recursos hídricos del lugar.
Por ejemplo, en las zonas situadas dentro del Perímetro de abastecimiento del Guadalquivir, es permitido legalizar el pozo que es exclusivo para abastecimiento. Es decir, solo para abastecer agua al cortijo o una casa de campo que esté legalizada. En este caso, el uso de riego está totalmente excluido.
Además, puede quedar limitado si está situado en zonas protegidas como parques naturales o zonas ZEPA.
El estado de conservación de la masa subterránea
En el caso de las masas subterráneas, dónde el estado cuantitativo es malo no se generan nuevas concesiones o inscripciones en la sección B de aguas.
De esta manera, en estas áreas no se puede legalizar el pozo, con las excepciones de que sea uso de abastecimiento de una construcción legalizada. Asimismo, es viable cuando no exista ninguna alternativa técnica o económica que permita solucionar el abastecimiento de agua.
La permeabilidad del suelo
Este es un factor clave a la hora de legalizar pozos en las Zonas de Policía de Cauces. De este modo, si la permeabilidad es alta se dificulta mucho la legalización del pozo.
Distancia del pozo de aguas superficiales y áreas vecinas
Si el pozo está a menos de 100 metros una masa de agua superficial pública es considerado que está dentro de Zona de Policía de Cauces. Esto dificulta la autorización del pozo e incluso impide su legalización, dependiendo de la Cuenca.
Asimismo, es necesario considerar la distancia que se encuentra el pozo del vecino. Es decir, si está situado a menos de la distancia mínima del vecino, el pozo no se podrá legalizar.
En resumen, la legalización de un pozo es un proceso administrativo necesario para poder explotar un pozo de forma legal y cumplir con la normativa vigente en materia de aguas. Por eso, es recomendable que te informes para realizar los trámites necesarios para garantizar una explotación sostenible y respetuosa con el medio ambiente.